Mundo Romano

El Puerto Romano

Durante el Imperio Romano, se desarrollaron y utilizaron puertos fluviales y marítimos en diferentes regiones para facilitar el comercio, la expansión territorial y el transporte de mercancías y tropas.

Estos puertos desempeñaron un papel crucial en el mantenimiento y la prosperidad del vasto imperio.

El complejo portuario se caracterizaba por su infraestructura bien planificada y se convirtieron en centros de actividad comercial y militar. Permitieron el transporte y el comercio tanto a lo largo de los ríos navegables como a través de los mares, facilitando el intercambio de bienes y el desarrollo económico en todo el imperio. Contaban con muelles, almacenes, grúas, faros, fortificaciones y sistemas de control de agua para garantizar la eficiencia y la seguridad en las operaciones portuarias. Además, muchos puertos romanos también tenían asentamientos adyacentes que se desarrollaban en ciudades prósperas debido al comercio y las oportunidades económicas generadas por los puertos.