Durante el Imperio Romano, se desarrollaron y utilizaron puertos fluviales y marítimos en diferentes regiones para facilitar el comercio, la expansión territorial y el transporte de mercancías y tropas.
Estos puertos desempeñaron un papel crucial en el mantenimiento y la prosperidad del vasto imperio.
El complejo portuario se caracterizaba por su infraestructura bien planificada y se convirtieron en centros de actividad comercial y militar. Permitieron el transporte y el comercio tanto a lo largo de los ríos navegables como a través de los mares, facilitando el intercambio de bienes y el desarrollo económico en todo el imperio.
Contaban con muelles, almacenes, grúas, faros, fortificaciones y sistemas de control de agua para garantizar la eficiencia y la seguridad en las operaciones portuarias. Además, muchos puertos romanos también tenían asentamientos adyacentes que se desarrollaban en ciudades prósperas debido al comercio y las oportunidades económicas generadas por los puertos.
-
Ánforas romanas (Pack 3)
Islas Baleares (España)
-
Ánforas romanas (Pack 2)
La Vila Joiosa (Alicante) – España
-
Denario romano
Patras (ESP)
-
Barca romana (II)
-
Barca romana (I)
Toulon (ES)
-
Barca de pesca romana
Ostia Antica (ESP)
-
Balanza romana
-
Bolsa de monedas romanas
-
Ánforas romanas (Pack 1)
Tarraco (Tarragona)
-
Barriles romanos
Durocortorum. Reims (Francia)
-
Sacos romanos