Una casa no es solo un ente arquitectónico, es un domicilio, una materialización del status, donde conviven hombres, libertos, esclavos, animales, donde hay recepciones, se hacen negocios, se celebran bodas, donde hay nacimientos y donde hay muertes, en definitiva, todo lo que incumbe a una vida cotidiana civil.
Por eso la vivienda romana se puede contemplar como un lugar donde existen actividades sociales, económicas, políticas, culturales y religiosas.
En el mundo romano, las viviendas se podían diferenciar en dos modalidades principales dependiendo de su emplazamiento: por un lado las ubicadas en el ámbito urbano, como son las domus, o viviendas particulares ocupadas por un sólo propietario junto a su familia, y las insulae, más modestas donde hacían su vida en comunidad distintos núcleos familiares. Por otro lado encontramos las villae, que se componen de un conjunto de edificios que integran el núcleo de una finca (fundus), ubicadas normalmente en el campo, donde podían tener gran variedad de recursos naturales a su alcance, como son los agropecuarios, boscosos, pesqueros, mineros, etc.
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Lucerna romana
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Lucernas romanas rurales
Alcoi, Alicante (España)
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Estatuilla de Genius
Boscoreale (Italia)
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Estatuilla dios Mercurio
Boscoreale (Italia)
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Mesa de mármol romana
Pompeya (Italia)
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Jarra romana
Yacimiento arqueológico de los Castejones (ESP)
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Estatuilla de la diosa Fortuna
Boscoreale (Italia)
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Estatuilla de un Dios Lar
Pompeya (Italia)
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Estatuilla del dios Júpiter
Montorio Veronese, Verona (Italia)
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Triclinio romano
Pompeya (Italia)
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Exvoto de sacrificio de un cerdo
Museo Británico, Londres (Inglaterra)
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Mesas romanas
Herculano ( Italia)
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Utensilios de cocina romana
Pompeya (Italia)
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Ungüentarios romanos
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Cerámica de cocina romana
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Sillas romanas
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Caja fuerte romana
Pompeya (Italia)
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Larario romano
Herculano ( Italia)
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Jarra y plato de bronce
Pompeya (Italia)
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Tintinabulum
Museo Británico, Londres (Inglaterra)
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Cerámica sigillata romana
Isturgi (Los Villares de Andújar, Jaén, España)