Reconstrucción 3D de un reposapiés hallado en la ciudad de Herculano realizado en bronce y finamente decorado.

En el mundo romano, la palabra scabellum designaba originalmente un pequeño banco o escabel, un mueble sencillo pero muy común en la vida cotidiana. Su aspecto era el de un taburete bajo con forma rectangular o cuadrada y cuatro patas cortas. Su función principal era servir de reposapiés cuando una persona se sentaba en una silla (sella) o en un asiento más elevado como la cathedra. También podía utilizarse como banquito auxiliar, ya fuera para sentarse brevemente o como apoyo para subir a las camas altas que solían colocarse en los dormitorios.

En Pompeya y Herculano este tipo de mueble estuvo presente en las casas, especialmente en los triclinia, donde los romanos se recostaban para cenar, y en los cubículos, estancias de descanso. Allí cumplía un papel tanto funcional como de comodidad.

Los materiales más habituales eran maderas locales, aunque en viviendas de mayor riqueza podían adornarse con incrustaciones de marfil o bronce, y presentar patas torneadas o decoradas con sencillos motivos tallados. Aunque se trataba de un objeto modesto, el scabellum refleja la atención que los romanos prestaban al confort dentro de la casa y también al estatus, pues en los hogares más acomodados incluso un reposapiés podía ser un objeto de gusto refinado.